En un mundo donde todos publicamos, compartimos y nos peleamos por segundos de atención, el contenido sin historia se pierde. Y no me refiero a que cada post tenga que ser épico, sino a que hoy más que nunca, conectar es más importante que impactar.
Porque una frase bien dicha, una historia bien contada o una emoción bien transmitida puede hacer que una persona recuerde tu marca… incluso si no te compra en ese momento.
Storytelling no es solo “ponerle emoción” a un post. Es saber construir un relato con propósito:
Quién habla
Qué dice
A quién se dirige
Y por qué debería importarle
Es tener una voz, una narrativa, un hilo que se mantenga en el tiempo y que ayude a que una marca deje de ser solo un logo y se convierta en una historia con la que identificarse.
Aquí te dejo las razones:
Hay millones de contenidos compitiendo por segundos. Si no tienes algo que atrape, la gente sigue deslizando.
Redes como Instagram y TikTok valoran el tiempo que alguien pasa en un contenido. Las historias bien contadas detienen el scroll y generan retención.
Hoy el público es más consciente. Sabe identificar cuándo le están vendiendo algo, y prefiere conectar con marcas que le hablen como personas, no como banners.
El storytelling crea vínculos. Ayuda a generar conversación, pertenencia y empatía. Y eso, en redes, vale más que una conversión puntual.
📌 Con un conflicto real: no vendas solo soluciones, muestra problemas que tu audiencia vive.
📌 Con una voz coherente: el tono es parte de la historia. ¿Tu marca suena humana o suena a robot publicitario?
📌 Con continuidad: no todo se resuelve en un post. Una historia puede vivirse en partes, en capítulos, en formatos diferentes.
📌 Con vulnerabilidad o verdad: las historias que más conectan son las que no tienen filtro. Las que muestran más que venden.
🚫 Decir lo bien que lo haces, sin contexto.
🚫 Llenar los posts de frases genéricas de autoayuda.
🚫 Usar “cuéntame tu historia” sin escuchar la de tu audiencia primero.
🚫 Forzar una emoción que no nace de lo que ofreces o representas.
Desde que empecé a trabajar en social media y contenido, me di cuenta de que los posts que mejor funcionaban no eran los más bonitos, sino los más reales.
Los que tenían una anécdota, un aprendizaje, una verdad.
No importa si eres una marca personal, una startup o una gran empresa: si no cuentas tu historia, alguien más lo hará por ti.
Y en un ecosistema donde lo visual es fugaz y lo viral cambia cada semana, lo que permanece es cómo hiciste sentir a tu audiencia.
Eso es lo que hace el storytelling: te recuerda que detrás de cada seguidor, hay una persona.
Si no sabes por dónde empezar, te leo → @maletriana
Este espacio está abierto para compartir pensamientos, aprender juntos o intercambiar puntos de vista. Escríbeme, estaré encantada de leerte.